Había ganas de ponerse un dorsal. Tras unos
meses de invierno en los que nos dedicamos a entrenar, y recién salidos de ese
cursillo exprés de orientación que pudimos disfrutar unas semanas atrás, había
ganas de probarnos en competición.

Ibamos a participar en una prueba con un
formato novedoso, en un terreno completamente distinto al que nos solemos
desenvolver, con una participación bastante amplia, más de 100 equipos en las
diferentes categorías y con unas predicciones meteorológicas inmejorables. Todo
ello nos motivó para que a pesar del largo desplazamiento que teníamos por
delante, decidiéramos inscribirnos. Así que nos liamos la manta a la cabeza y para
allá que nos vamos. Agus y yo hacemos el viaje de víspera, llegamos a allí y
conseguimos que nos dejen dormir con la furgoneta en el parking del campus
universitario desde el que se dará la salida al día siguiente. Isaac y Víctor
se pegan un buen madrugón para plantarse allí acompañados por Ibón y Guru que
aunque no van a competir, están allí para darnos los últimos ánimos.
La prueba se divide en dos sectores. En el
primero hay una primera parte a realizar a relevo, teniendo que buscar los dos
componentes de equipo las mismas balizas tras realizarse el relevo. Una vez
completado esto, se nos dará un nuevo mapa de orientación para ya en equipo,
buscar balizas hasta completar las dos horas después del inicio de la prueba.
Tras volver a meta, para el segundo sector se nos entregará un nuevo mapa y dispondremos
de 15 minutos para preparar la estrategia y vuelta a correr durante 4 horas
más.
Con las ideas más o menos claras toca
preparar la mochila con el material obligatorio, la comida y la bebida. Con la
bebida hay que andar fino ya que va a hacer bastante calor y hay que acertar
con la cantidad que vamos a llevar para no quedarnos cortos o llevar demasiado
peso. También aprovechamos a llevar material y comida a la zona de meta porque
en la transición de un sector a otro se permite reponer lo que estimemos necesario.
Con todo esto, ya estamos listos para la salida.

Hemos decidido que Víctor y yo haremos el
primer relevo para pasar el testigo a Isaac y a Agus respectivamente. Así que
salida y a por los mapas del relevo. Entre la salida en masa, la escala 1:5000,
las balizas trampa y los nervios perdemos bastante tiempo en el relevo,
mientras que nuestros compañeros lo hacen mucho mejor. Con el segundo mapa
empezamos a entonarnos y encontramos las balizas bastante bien salvo un pequeño
fallo. Así que en esta segunda parte del primer sector empezamos a remontar el
vuelo. Al llegar a la transición el calor empieza a apretar de verdad, así que
a reponer líquidos y al tema. En esta ocasión nos dan dos mapas de la misma
zona, uno cartográfico y otro ortofoto. Además hay que añadir que tenemos el
mapa anterior del primer sector, que podremos utilizar para buscar aquellas
balizas que no nos dio tiempo a conseguir. Al principio nos cuesta manejarnos
con los tres mapas y sus diferentes escalas pero poco a poco nos vamos
centrando en zonas y utilizando en cada caso el mapa que mejor nos sirve. Con
alguna baliza de los nuevos mapas en el bolsillo, nos centramos en el mapa de
orientación especifica del primer sector
y comenzamos una muy buena racha, qué gozada! Dejamos alguna baliza pensando en
recogerlas a la vuelta y nos vamos hacia las más lejanas con el mapa
cartográfico. En este mapa las distancias aumentan, el calor está en todo lo
alto y el cansancio empieza a aparecer. Todo esto hace que gastemos muchas energías
en conseguir una lejana y solitaria baliza, lección aprendida para la próxima
vez...

Conseguimos reponernos y conseguimos alguna baliza más antes de iniciar
el retorno por la zona del mapa de orientación donde se demuestra que ese mapa
lo interpretamos mucho mejor ya que al final conseguiremos todas sus balizas.
Vamos de vuelta a meta, no es cuestión de penalizar y además ya llevamos una
buena paliza encima.
En la meta nos juntamos con Isaac y Víctor y
comenzamos a analizar la jornada. Mientras preparan las clasificaciones nos
vamos a por la merecida ducha y a comer lo que pillemos. Al final Isaac y
Víctor quintos clasificados y Agus y yo octavos. Nos vamos muy contentos porque
el mal inicio no presagiaba nada bueno y supimos darle la vuelta.
De vuelta a casa paramos cerca de Aranda de
Duero para despedir y desear suerte a Isaac y a Víctor ya que ellos no
contentos con la paliza, tienen prueba de Liga Norte al día siguiente a la que
también irá nuestra compañera Irantzu. Pero eso ya lo tendrán que contar ellos.